
Tras varios partidos ofreciendo una imagen pésima, el verse heridos en su orgullo, ninguneados y criticados por todos fue el principal motor del éxito del equipo. La misma España que tantas lagunas defensivas había mostrado en la primera fase del Eurobasket, desplegó una contención impresionante en los siguientes partidos. La excelente defensa fue el principal sustento de una selección que jugó como los ángeles, sucesivamente, ante Lituania, Polonia, Francia, Grecia y finalmente Serbia. Todos ellos padecieron en sus carnes la ira de España, conjurada para ganar como si se tratase de una cuestión de honor, y se marcharon con un severo correctivo a las espaldas.
Sergio Scariolo, genio de la táctica, había fallado a la hora de motivar a un grupo de jugadores demasiado acostumbrados a ganar. Además, los excesivamente numerosos e insípidos amistosos disfrutados habían habituado al equipo a vencer sin esforzarse. Pero la casta es algo que nunca se pierde, aunque a veces permanezca en el olvido. Y los jugadores españoles dejaron claro que, cuando hay calidad, basta con estar lo suficientemente motivados para pelear y dejarse la piel en cada jugada para lograr el objetivo.
Cabe destacar también el papel de líder ejercido por Pau Gasol. El haber conquistado el anillo de la NBA ha dotado al catalán de un halo de confianza que invade la pista. Él mismo se ve capaz de lograr canastas imposibles y ello es un enorme sustento anímico para sus compañeros. Cuando las cosas no van bien, Pau es la respuesta. Y así sucedió en el Eurobasket, donde el de los Lakers fue nombrado MVP con total merecimiento. Conste que siempre he considerado que Pau es un jugador sobrevalorado. Pero esta vez merece todas las alabanzas.
Artículo publicado en LaSemana.es
Lo que les pasó es que se lo creyeron demasiado y tuvieron que espabilarlos de mala manera. Ahora irán con los humos más bajados al Mundial.
ResponderEliminarPor favor, Ales, enlaza la Crónica de Baloncesto en la Tierra Media que hiciste para Lasemana.es.
ResponderEliminarCon la maldición a cuestas de haber perdido las seis finales de Eurobasket que había disputado anteriormente, los hombres de Sergio Scariolo se conjuraron para desarmar el juego de su rival y mandar desde el comienzo.
Me encanta el lenguaje de las crónicas. Los periodistas deportivos sois los herederos de Tolkien...
La diferencia entre España y el resto de selecciones era y es tan abismal, que sólo hacían falta unos días para que las aguas volvieran a su cauce.
ResponderEliminarPorque la vida puede ser maravillosa :)
Una selección como la nuestra no puede jugar tan mal al principio del torneo, porque debemos acostumbrarnos a ser los favoritos y soportar esa carga desde el primer minuto.
ResponderEliminarAsí que además de los deportivo habrá que trabajar más lo anímico.
saludos